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Al llegar una consulta en la farmacia sobre algún tipo de problema respiratorio común, gripe, tos, mucosidad, dolor de garganta… debemos preguntar y evaluar síntomas para determinar si la enfermedad se puede tratar en la farmacia o derivar a los pacientes al médico.
Es responsabilidad de farmacéutico reconocer síntomas de alerta que requieran una rápida evalución por parte del médico e incluso, algunas veces, el paciente nos advierte de que ya está diagnosticado de EPOC.
¿Pero qué es la EPOC? ¿A qué nos referimos con estas cuatro siglas?
La EPOC (abreviatura de enfermedad pulmonar obstructiva crónica) es una afección pulmonar inflamatoria progresiva que restringe lentamente el flujo de aire, lo que dificulta la respiración con el tiempo.
Se asocia con mayor frecuencia a personas que fuman, personas que tienen más de 40 años, personas que han tenido una exposición prolongada a vapores nocivos…
¿Cuáles son los síntomas?
Los signos de la EPOC varían de persona a persona, pero los síntomas principales son:
- Tos crónica y prolongada.
- Mucosidad que sale al toser.
- Dificultad para respirar (especialmente durante la actividad física).
- Sonidos de silbidos involuntarios al exhalar, también conocidos como “sibilancias”.
- Opresión en el pecho.
- Infecciones respiratorias frecuentes.
- Debilidad.
A medida que avanza la EPOC, incluso realizar tareas sencillas como vestirse o preparar la cena puede provocar dificultad para respirar. Cuando se vuelve más difícil comer o hacer ejercicio, el cuerpo necesita usar más energía para respirar, lo que provoca debilidad y pérdida de peso involuntaria debido a la falta de apetito.
Posibles causas
La mayoría de las personas con EPOC tienen más de 40 años y tienen antecedentes de tabaquismo. La probabilidad de desarrollar esta enfermedad aumenta en proporción a la edad y al número de cigarrillos fumados.
Las personas desarrollan EPOC al inhalar irritantes como el humo del tabaco, el polvo o los vapores químicos que dañan los pulmones. El mayor culpable de estos es fumar, pero también puede deberse a la mala calidad del aire u otros irritantes.
La mala ventilación de las viviendas no solo deja entrar el nocivo humo de los cigarrillos, sino también el humo de la cocina e incluso de la calefacción.
Aun así, el 30% de los casos de EPOC ocurren en personas que nunca han fumado. Y hay muchos fumadores que nunca acaban desarrollando la enfermedad.
¿Qué pruebas se requieren para el diagnóstico de EPOC?
Hay varias pruebas que los médicos utilizan para ayudarles a formar un diagnóstico cuando alguien experimenta dificultad para respirar y otros síntomas pulmonares.
Espirometría: Mide la cantidad de aire que puedes exhalar y la rapidez con la que puedes hacerlo. Consiste en soplar aire en un tubo conectado a una pequeña máquina. La espirometría es una forma de cuantificar la EPOC y se utiliza para evaluar la gravedad de la EPOC y ayudar en el diagnóstico y tratamiento de la EPOC.
Pruebas de función pulmonar: un conjunto completo de pruebas de función pulmonar tiende a proporcionar el mejor diagnóstico al medir los volúmenes de capacidad pulmonar y la capacidad de los pulmones para captar oxígeno y exhalar dióxido de carbono.
Oximetría de pulso: esta sencilla prueba mide la cantidad de oxígeno en la sangre. Un dispositivo de oxímetro de pulso es una pinza pequeña que se coloca sobre un dedo durante unos segundos para obtener una lectura.
Otras pruebas en función del diagnóstico y estado en el que se encuentra la enfermedad.
¿Cómo se trata la EPOC?
La afección se puede controlar tratando sus síntomas, consecuencias y progresión general con la ayuda de un neumólogo, un médico especializado en este campo.
Su médico elaborará un plan personalizado para hacer retroceder y controlar la enfermedad para ayudarlo a mejorar su calidad de vida y reducir el riesgo de desarrollar otras complicaciones.
Si es fumador, deberá dejar de fumar y es posible que también sea importante mejorar su calidad de vida, ajustar su dieta e incluir cambios en el estilo de vida y opciones de determinados medicamentos e inhaladores.
Si usted cree que tiene algunos de estos síntomas, le podemos asesorar, actualmente en muchas farmacias podemos hacer una primera prueba de Espirometría simple, para posteriormente informar a su médico de los datos obtenidos. Y así sería un primer paso muy importante para la posterior recuperación.
También le podemos recomendar suplementos como InmunoRespir que ayudan al normal funcionamiento del sistema inmune y mantenimiento de la mucosa respiratoria, disminuyendo cansancio y fatiga asociado a frecuentes procesos respiratorios.
Si es mayor de 40 años, fumador o exfumador y sufre ahogo, tos o expectoración a menudo, no dude en consultarnos.