Semana de la detección precoz de la diabetes / Jornadas del pie diabético
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7 diciembre, 2017Seguro que muchos de vosotros habéis tomado vitamina C alguna vez. Y muy probablemente lo habéis hecho para prevenir o curar un resfriado. Es cierto que esa es una de sus propiedades más conocidas, pero además la vitamina C es imprescindible para el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunitario y tomarla mantiene nuestras defensas en forma.
La vitamina C, sin embargo, tiene muchas otras propiedades, que no por ser menos conocidas son menos interesantes. Por un lado, ayuda a la absorción del hierro, así todas aquellas personas que toman suplementos de hierro deberían hacerlo junto con vitamina C para asegurar la asimilación de este mineral.
Además, la vitamina C estimula la producción de colágeno en nuestro cuerpo y eso mejora la salud de nuestras articulaciones, mantiene nuestra piel elástica evitando la aparición de arrugas, acelera la cicatrización de heridas, facilita la recuperación después de una operación y refuerza las paredes de nuestras venas y arterias favoreciendo una buena circulación de la sangre, de manera que es una buena aliada para las personas con riesgo cardiovascular.
Y además es un potente antioxidante que contrarresta los efectos del estrés, el tabaco y todo aquello que genera radicales libres en nuestro cuerpo. Da luminosidad a nuestra piel, nos da vitalidad y nos mantiene jóvenes.
Si ya estás convencido y decidido a tomar vitamina C este invierno, escoge un comprimido de 1000mg, de liberación retardada, que libere una parte de la vitamina C de entrada y el resto, poco a poco durante el día. De esta forma, tu cuerpo podrá absorber mucha más cantidad de vitamina C que si se la damos toda de golpe y su efecto será más sostenido y notable.
Así que si estás buscando un buen aliado para reforzar tus defensas este invierno, la vitamina C cubrirá perfectamente con esta función y muchas otras. ¡No dudes en consultarnos!