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Algunos consejos frente a la anemia
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Hoy en día los antioxidantes están muy de moda y, la verdad es que con la vida que llevamos nos hacen mucha falta a todos. Nuestro cuerpo está constantemente sometido a agresiones externas que provocan la aparición de radicales libres con efectos nocivos como la radiación solar, la contaminación, el fumar, la presencia de metales pesados en los alimentos…
Por suerte las células sanas tienen mecanismos para neutralizar la acción de estos radicales y eliminarlos, pero este sistema tiene un límite y cuando las agresiones son constantes y el cuerpo no puede asumir la neutralización de todos los radicales libres, éstos quedan en nuestro cuerpo produciendo un daño oxidativo que causa envejecimiento y puede desencadenar en alguna enfermedad degenerativa o en un cáncer. Estos radicales son especies muy reactivas e inestables que necesitan un ión para estabilizarse y si se lo toman a otra molécula la convierten en un nuevo radical.
De antioxidantes hay muchos, los antioxidantes endógenos tipo vitamina C , vitamina E, glutatión, superóxido dismutasa coenzima Q10, … otros que encontramos en los alimentos, como el licopeno, beta-carotenos, goji, acai, resveratrol…
Aunque todos ellos tienen un efecto general, los asociamos a determinadas patologías: luteína para la vista, betacaroteno para el sol, vitamina C para los fumadores, licopeno para la próstata, selenio para los pulmones, Q10 para la fatiga muscular, el resveratrol para el envejecimiento…
Pero el caso es que cuando pensamos en tomar un antioxidante no esperamos que nos recomienden vitamina C o vitamina E, todo y que quizás sería lo que más nos convendría. Cuando pensamos en tomar un antioxidante nos gusta que nos sorprendan con alguna fruta tropical o alguna molécula novedosa capaz de solucionar nuestra preocupación.
A pesar de que a todos nos convendría tomar algún antioxidante, será especialmente interesante en personas fumadoras, personas que toman mucho el sol, ya sea por placer o por trabajo, personas que sufren mucho estrés, personas que viven en un entorno muy ruidoso o contaminación, personas que padecen enfermedades crónicas o toman mucha medicación, personas que duermen poco y se sienten cansadas y con falta de vitalidad, personas preocupadas por el aspectos de su piel, deportistas…
Está claro que el elixir de la eterna juventud no existe, pero tomar antioxidantes nos ayuda a retrasar los signos del envejecimiento, las apariciones de arrugas y manchas, y sobretodo a sentirnos más jóvenes y con más vitalidad.
