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¿A qué esperas para probar las mascarillas?

¿Tu piel necesita un plus? ¿Sabes cuáles son las necesidades de tu piel en este momento? ¿Quieres limpiarla en profundidad? ¿Detoxificarla? ¿Hidratarla profundamente para reducir arrugas? ¿Hacer un efecto lifting?

Sabemos que hoy en día, todas vamos con prisas y no tenemos tiempo, sin embargo aplicarnos una mascarilla solamente nos roba unos 20 minutos a la semana y los resultados obtenidos son diferenciadores.

 

¿Aún no las has probado? ¡Ahora es el momento! Te aconsejamos algunas mascarillas en función de tu tipo de piel y de las necesidades que tenga tu piel en cada momento. Además te damos algunos trucos de cómo aplicarlas para sacarles el máximo partido.

 

Según tu tipo de piel

Las pieles secas necesitan mascarillas hidratantes para mejorar la textura de la piel dándole un aspecto radiante y fresco. Estas mascarillas, por lo general, deben aplicarse una vez por semana.

Las pieles grasas deben utilizar mascarillas que ayuden a eliminar el exceso de grasa y que purifiquen la piel, eliminando los brillos. En este tipo de pieles, si es necesario, la mascarilla se puede aplicar 2 veces por semana.

Las pieles normales y mixtas se pueden aplicar prácticamente cualquier tipo de mascarilla. En este caso, lo importante será tener en cuenta las necesidades de tu piel en función de la época del año en la que estemos, si queremos hacernos algún tratamiento específico posteriormente, según los hábitos de vida que seguimos, etc. En este tipo de pieles aplicaremos la mascarilla una vez a la semana.

 

Existen diferentes tipos de mascarillas según la necesidad de tu piel

Las mascarillas limpiadoras se usan para limpiar los poros en profundidad eliminando también el exceso de grasa. De esta manera nos deshacemos de los puntos negros y los brillos.

Las mascarillas detox/purificantes ayudan a eliminar toxinas e impurezas de la piel dejando una piel limpia y radiante.

Las mascarillas hidratantes son básicas para aportar hidratación en profundidad y ayudar a reducir aquellas arruguitas que nos preocupan.

Las mascarillas para tratamientos especiales como las manchas, la flacidez, etc. Pueden ser muy variadas, sin embargo, la mayoría hacen una exfoliación importante de la piel para eliminar manchas del sol, del acné, etc. No recomiendo que las uséis si tenéis la piel muy sensible.

Y, finalmente, las mascarillas para el contorno de los ojos que nos aportan hidratación para suavizar lo que llamamos patas de gallo y suelen hacer un efecto drenante para eliminar las bolsas.

 

¿Cómo aplicar la mascarilla para sacarle el máximo partido?

En primer lugar, debemos “mojarnos” la cara con agua tibia y exfoliar nuestro rostro para eliminar las pieles muertas. De esta forma permitimos que la posterior aplicación de la mascarilla sea más eficaz. Una vez hemos masajeado la cara con el exfoliante, aclaramos con abundante agua y secamos con cuidado. Aplicamos la mascarilla respetando el contorno de los ojos y la boca, igual que vemos en las películas y la dejamos actuar durante unos 15 minutos. Un truquito para descongestionar y calmar la piel, sobre todo en verano, es poner la mascarilla en la nevera un rato antes de su aplicación. Y en invierno, aplícate la mascarilla después de una ducha caliente, ya que de esta manera abrimos el poro y así potenciamos el efecto de la mascarilla.

Una vez han pasado los 15 minutos, la retiramos con abundante agua tibia. Es cierto que, en algunos casos, como son las mascarillas hidratantes no hace falta que las retiremos. Nos las aplicamos antes de ir a dormir como si fuera nuestra crema hidratante y se dejan toda la noche ya que se absorben perfectamente. Una vez retiramos la mascarilla ya casi estamos listas! Sólo falta aplicar tu crema habitual.

Aquí podrás ver todas las mascarillas de nuestra tienda.

¡Encuentra la tuya aquí!

¿Cómo te ves la piel ahora? Cuéntanoslo!